La ciudad no se define por la suma de viviendas, sino por la suma de oportunidades que logra concentrar y poner al alcance de sus habitantes. Por décadas el déficit habitacional ha sido el indicador dominante para orientar políticas y recursos; sin embargo, este enfoque sectorial no responde a las múltiples demandas que acompañan la vivienda. Es necesario reconocer también el “déficit de la ciudad” (Aravena, 2023), entendido como la falta de acceso equitativo a bienes y servicios cotidianos —parques, escuelas, hospitales, aceras, plazas públicas y espacios de encuentro—. En este sentido, la revitalización urbana es una herramienta estratégica de redistribución y equidad, que exige metodologías de focalización para reducir desigualdades, optimizar el gasto público y maximizar el impacto de las transformaciones urbanas en la calidad de vida. Dentro de esta lógica, garantizar acceso a vivienda digna y bien localizada, a través de programas como Mi Casa en Bogotá, constituye un elemento esencial para asegurar que la revitalización se traduzca en inclusión social y permanencia de los hogares en los territorios intervenidos.
Desde un enfoque técnico, territorial y estratégico, la Secretaría del Hábitat, en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), lideró la identificación de los Polígonos de Revitalización (PR). En una primera etapa se delimitaron 20 polígonos potenciales con base en criterios como déficit habitacional, precariedad en servicios, deterioro urbano, vulnerabilidad ambiental y presencia de procesos urbanos en curso. Posteriormente, se priorizaron variables vinculadas al Desarrollo Urbano Orientado al Transporte (DUOT), aprovechando la cercanía a grandes proyectos de infraestructura como la primera línea del Metro de Bogotá, las troncales de TransMilenio y los cables aéreos, que constituyen una ventana de oportunidad para articular la revitalización con las inversiones en movilidad sostenible ya programadas.
Bajo la actual administración, se priorizaron 20 Polígonos de Revitalización (PR) equivalentes a 9.173 hectáreas —24% de suelo urbano de la ciudad— donde residen más de 1.5 millones de habitantes. Allí la revitalización urbana se orienta a integrar vivienda, espacio público, servicios urbanos y conectividad, potenciando centralidades accesibles y bien servidas por transporte masivo. Estos polígonos se convierten así en escenarios clave para reducir el “déficit de ciudad” y avanzar hacia un hábitat más inclusivo, resiliente y sostenible.
Polígonos de Revitalización Urbana

Elaboración: SDHT, 2025