Bogotá no solo sueña con transformar su política de vivienda, sino que hoy cuenta con un marco institucional sólido que permite hacerlo realidad. La Secretaría del Hábitat articula cada pieza del rompecabezas urbano, desplegando una oferta integral de hábitat que va más allá de la producción de unidades vivienda, asegurando que éstas se encuentren mejor ubicadas, construidas y adaptadas a las necesidades reales de las familias. “Mi Casa en Bogotá” cuenta con un menú variado de soluciones aplicadas al contexto local y con alternativas e incentivos dirigidos a la oferta y demanda de vivienda: desde apoyar a las familias que están iniciando la búsqueda de su vivienda, pasando por facilitar el cierre financiero, hasta brindar acompañamiento para mejorar viviendas existentes o aliviar la carga del arriendo. Complementa esta oferta con educación financiera para las familias, asesoría técnica para constructoras y estrategias para la generación de suelo destinado a vivienda social. Bajo este esquema, Bogotá se consolida como un Hub de vivienda que combina visión integral y programas innovadores con resultados tangibles.
A pesar de los significativos avances que ha logrado “Mi Casa en Bogotá” al situarse como una política de vivienda innovadora y vanguardista, persisten barreras estructurales profundas que limitan su alcance. La prevalencia de la informalidad, la insuficiencia de ingresos y las complejas exigencias técnicas y jurídicas siguen excluyendo a numerosos hogares de acceder formalmente a una vivienda digna. Superar este desafío demanda una visión creativa y pragmática, que impulse la flexibilización de los mecanismos de financiamiento, minimice los riesgos y amplíe las oportunidades de acceso para quienes más lo requieren, abriendo caminos reales hacia la inclusión y la equidad habitacional.
Transformando barreras en oportunidades: Vivienda asequible al alcance de todos
El mayor desafío en la política de vivienda en Bogotá reside en romper con los enfoques tradicionales para garantizar que las familias más vulnerables y de bajos ingresos puedan acceder a una vivienda digna. En este contexto, el fortalecimiento del acceso al crédito y al microcrédito de vivienda se convierte en una herramienta clave para cerrar brechas sociales, permitiendo a hogares que históricamente han sido excluidos del sistema financiero formal puedan construir o adquirir una vivienda propia. Asimismo, el diseño e implementación de esquemas de garantías resulta fundamental para reducir el riesgo percibido por las entidades financieras, facilitando condiciones más favorables y accesibles. Estas estrategias, combinadas con programas de acompañamiento técnico y financiero, pueden transformar el acceso a la vivienda en un derecho realizable, y no solo en una aspiración lejana para quienes viven en condiciones de pobreza o informalidad.
Conscientes de esta urgencia, la ciudad ha desarrollado un análisis detallado sobre el uso de las garantías como herramienta clave para impulsar el acceso a vivienda VIS y VIP. Este estudio evaluó la viabilidad financiera y la capacidad de pago de los hogares, usando como referencia un ingreso mínimo de 1 SMMLV en 2025, y analizando los impactos de combinar subsidios distritales y garantías del FNG. Los resultados son contundentes las garantías no solo reducen el riesgo para las entidades financieras, sino que también abren oportunidades reales para hogares con ingresos mixtos o historial crediticio limitado. Además, flexibilizan las condiciones al extender plazos hasta 30 años y ofrecer tasas de interés más competitivas con menores aportes iniciales. Mientras subsidios como Oferta Preferente y Reduce Tu Cuota alivian significativamente la carga financiera de las familias, la garantía mitiga el riesgo para los bancos, abriendo así una puerta más amplia y justa para que miles de hogares accedan a una vivienda social digna y asequible.
La ciudad también le apuesta a ampliar la oferta de vivienda mediante estrategias innovadoras como el reúso de edificaciones, que permite transformar estructuras existentes en hogares dignos, reduciendo costos y tiempos de construcción. Además, se exploran mecanismos como el rent to own (arriendo con opción de compra), que brinda a las familias la posibilidad de habitar una vivienda mientras construyen su historial financiero y ahorran para adquirirla. Estas soluciones se fortalecen con el uso de garantías, que reducen el riesgo para los bancos y facilitan el acceso al crédito para hogares con ingresos bajos.
El poder de la revitalización urbana: Garantizando viviendas en lugares adecuados

Posicionar la vivienda como pilar central de la transformación urbana requiere innovar en mecanismos que reconozcan las barreras de los altos costos del suelo en zonas privilegiadas, integrando a todos los actores clave en la gestión de la ciudad. En Bogotá, este desafío se busca abordar con los Proyectos de Renovación Urbana para la Movilidad Sostenible -PRUMS, que se desarrollan alrededor de corredores de transporte público y aplican el enfoque del Desarrollo Orientado al Transporte (DOT) para acercar la ciudad y facilitar la movilidad. La articulación entre operadores urbanos y entidades públicas, como la Secretaría del Hábitat, permitirá promover vivienda social estratégicamente ubicada cerca de estos corredores, apoyada por programas de subsidio tanto para compra como para arriendo, garantizando así un acceso justo y sostenible a hogares en lugares adecuados que fomentan la inclusión y la conectividad urbana. Incluir Potencial de vivienda social.