En la mayoría de ciudades, el agua tratada para el consumo humano realmente acaba siendo usada para muchas otras cosas como el lavado de ropa, el aseo del hogar, el aseo personal e inclusive para el riego de plantas.
De acuerdo con cifras de la EAAB ESP, en la ciudad de Bogotá, del total del consumo de agua potable de una familia de cuatro personas, solo alrededor de un 23% del agua es realmente usada para beber y cocinar, actividades que evidentemente requieren que el agua sea tratada. Un 58% se gasta en aseo personal, un 10% se usa para la descarga de aparatos sanitarios, un 7% se usa en el lavado de ropa y un 2% en el aseo del hogar.
Esta dinámica del consumo de agua en el Distrito Capital se da en un escenario global en el cual, muchas regiones del mundo se encuentran en lo que se denomina “estrés hídrico” debido al crecimiento demográfico-económico y al cambio climático De acuerdo con datos de ONU-Hábitat, el 36% de la población mundial (2 mil 500 millones de personas) viven en zonas bajo “estrés hídrico” y más del 20% del PIB global ya se produce en zonas de riesgo de escasez de agua.
Ilustración 1. Zonas del planeta bajo estrés hídrico.

Fuente: ONU-Hábitat.
Ante este panorama, en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Vivienda y el Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat III), llevada a cabo en la ciudad de Quito, Ecuador, en el año de 2016, los países asistentes suscribieron la Nueva Agenda Urbana de la Organización de las Naciones Unidas, en la cual, entre los diferentes compromisos se establece el siguiente:
- 73. Nos comprometemos a promover la conservación y la utilización sostenible del agua mediante la rehabilitación de los recursos hídricos en las zonas urbanas, periurbanas y rurales, la reducción y el tratamiento de las aguas residuales, la reducción al mínimo de las pérdidas de agua, el fomento de la reutilización del agua y el aumento de su almacenamiento, su retención y su recarga, teniendo en cuenta el ciclo hidrológico.
Para tal fin, se ha propuesto una serie de acciones que pueden ayudar a disminuir la vulnerabilidad hídrica de los entornos urbanos ante los retos que plantea el cambio climático. Entre estas acciones se plantean las siguientes:
- Sistemas de captación de aguas pluviales en toda la ciudad. Una mejor gestión de los sistemas de captación de aguas pluviales instalados en todo el municipio puede ayudar a conservar los recursos hídricos.
- Sistemas de conservación y reutilización de agua. Desarrollar medidas de conservación y reutilización del agua.
- Gestión de extracción de agua subterránea. Desarrollar estructuras reguladoras para gestionar la extracción de aguas subterráneas, especialmente para fines industriales y agrícolas.
- Gestión de la demanda. Desarrollar sistemas de gestión de demanda para sistemas de agua con el fin de evitar la escasez.
Muchas ciudades están utilizando las aguas lluvias y reciclando aguas grises para el regadío o usos industriales y otras ciudades están dando un paso más reciclando el agua totalmente y volviendo a usarla para el consumo humano. Cada vez más ciudades optan por este método de tratamiento del agua por razones económicas y medio ambientales.
En relación con nuestro país, es importante observar el Análisis de Vulnerabilidad y Riesgo por Cambio Climático en Colombia, llevado a cabo por parte del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales IDEAM, en el marco de la Tercera Comunicación Nacional Cambio Climático Colombia de 2017, el cual identificó a Bogotá D. C. como la segunda ciudad del país con mayor vulnerabilidad al cambio climático (después de San Andrés), al presentar riesgo climático alto, muy alta amenaza, muy alta sensibilidad y baja capacidad adaptativa.
Mapa 1. Riesgo por Cambio Climático en los municipios del país.
Fuente: Análisis de Vulnerabilidad y Riesgo por Cambio Climático en Colombia. IDEAM, 2017.
Uno de los aspectos de esta vulnerabilidad se evidencio en abril de 2024, con los eventos relacionados con la escasez de agua para el abastecimiento de agua potable para el Distrito Capital y para los municipios vecinos, problemática que se ha extendido hasta el año 2025 y que ha obligado a las autoridades distritales a implementar una serie de medidas tendientes a mitigar los impactos de la disminución del volumen de agua con el que se cuenta para satisfacer la demanda de las diferentes actividades humanas en Bogotá y la región. Dentro de las causas que han generado la actual crisis del agua en la ciudad de Bogotá, se encuentra el cambio climático y su impacto en el comportamiento del régimen de lluvias en la región, debido a que la oferta hídrica ha disminuido para el tratamiento en las infraestructuras de abastecimiento de agua que sirven para satisfacer la demanda del Distrito Capital y de algunos de los municipios de la Sabana de Bogotá.
La ciudad de Bogotá D.C. consume alrededor de 19m3/s de agua potable. El consumo por habitante está en alrededor de 189,5 litros diarios. Para satisfacer esta demanda, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá EAAB ESP es el principal prestador de servicios públicos de acueducto y alcantarillado en el Distrito Capital y en la región, prestando el servicio de acueducto de forma directa a la ciudad de Bogotá y a los municipios de Soacha, Gachancipá y parte de Tocancipá. Adicionalmente, suministra agua por contrato mediante el esquema de Suministro de Agua Potable e Interconexión SAPEI a los municipios de Sopó, Tocancipá, Cajicá, Chía, La Calera, Funza, Mosquera, Madrid, Cota, Tenjo y EMAR (Soacha).
Para el año 2021, el caudal medio consumido por la ciudad y los municipios vecinos fue de 16,94 𝑚3/𝑠, el cual corresponde a la demanda de agua de alrededor de 9 millones de habitantes.
Para garantizar el suministro de agua requerido, la EAAB ESP cuenta con un sistema de acueducto que cuenta con tres subsistemas de abastecimiento (Chingaza-Wiesner, Agregado Norte-Tibitoc y Agregado Sur), siete plantas de tratamiento y una red de 9.000 kilómetros de tuberías que se dividen en 37 sectores hidráulicos (36 en Bogotá más el sector S-30, correspondiente al casco urbano del municipio de Soacha).
Las diferentes plantas de tratamiento de agua potable dependen de determinadas fuentes de suministro, de manera que cada uno de los tres subsistemas de abastecimiento opera normalmente de forma que abastezca a determinadas áreas de servicio. No obstante, en caso de necesidad, la interconexión de las redes de acueducto permite el apoyo entre las diferentes áreas.
La capacidad de abastecimiento de agua potable por parte de la EAAB ESP en el año 2020 se encontraba en 16,89 m3/s, sin embargo, a partir de una serie de proyectos de fortalecimiento del sistema de abastecimiento en los últimos años, se ha elevado la capacidad hasta un total de 20,99 m3/s en el año 2025.
Tabla 1. Proyección de Oferta – Abastecimiento.
Fuente: EAAB ESP. Informa Técnico Estimación de la capacidad excedentaria de los sistemas de producción y transporte para el suministro de agua a municipios vecinos, 2022.
El caudal de agua concesionado base de la EAAB ESP asciende a 20,69 m3/s, sin contar 3,79 m3/s que corresponden al denominado caudal de contingencia, el cual puede ser usado en condiciones especiales.
De acuerdo con las proyecciones de demanda elaboradas por parte de la EAAB ESP, el caudal concesionado base actual permitiría garantizar la oferta de agua potable para Bogotá y los municipios que actualmente se abastecen del sistema de la empresa hasta el año 2033 o 2040, dependiendo de la variación de la población usuaria en los municipios vecinos a Bogotá. No obstante, estas proyecciones han venido siendo puestas a prueba por los eventos sucedidos en el año 2024 y 2025, en los cuales los efectos del cambio climático y en particular del Fenómeno del Niño, que ha afectado las dinámicas tradicionales de funcionamiento de los sistemas de abastecimiento de la empresa.
Es así como, para principios del año 2024, se inició un periodo crítico en las dinámicas hidrológicas de alimentación de las fuentes de abastecimiento del sistema, principalmente en el Subsistema Chingaza, que para ese momento proveía el 70% del recurso hídrico utilizado por parte de la EAAB ESP.
Ya desde 2020 se había empezado a evidenciar un cambio en los patrones de regularidad del ciclo de vaciado y llenado de los embalses. Así, para agosto de 2023 los embalses que alimentaban al sistema de abastecimiento reportaban un porcentaje de llenado del 63%, cuando tradicionalmente el porcentaje oscilaba entre el 80% y el 95%.
Para el mes de enero de 2024, el nivel de llenado de los embalses cayó por debajo del 38% y en marzo ya era menor al 19%. Un fenómeno de El Niño más extenso de lo habitual disminuyó la capacidad de las represas, en especial las pertenecientes al Subsistema Chingaza, el cual ha venido evidenciando una dinámica de llenado cada vez menor en los últimos años.
Gráfica 1. Dinámica de llenado y vaciado del Subsistema Chingaza, 2021-2024.
Fuente: EAAB ESP. Gerencia Corporativa de Planeamiento y Control.
Ante la crisis del agua en Bogotá, se hizo necesario empezar a implementar diferentes medidas tendientes a disminuir la presión sobre el sistema de abastecimiento de agua potable de la ciudad. La administración distrital y la EAAB ESP implementaron un ciclo de racionamiento de agua en la ciudad y en algunas zonas de suministro de los municipios cercanos. Adicionalmente, la Alcaldía Distrital promulgó el Decreto Distrital 334 de 2024, mediante el cual se estableció una serie de lineamientos para el uso eficiente del agua y se emprendieron campañas al interior de las diferentes entidades distritales y el sector privado para promover el ahorro y el cuidado del agua. Con estas medidas, se logró disminuir el consumo de la ciudad de 17,62 m3/s a 15,71 m3/s (la meta había sido planteada en 15m3/s).
Por su parte, la EAAB ESP tomó una serie de medidas buscando fortalecer la capacidad de su sistema de abastecimiento. La primera de estas medidas fue la optimización de la planta de tratamiento de agua potable Tibitoc, cuyo caudal de salida pasó de 4,5 m3/s a 8,2 m3/s, fortaleciendo la capacidad de abastecimiento del Subsistema Agregado Norte, de manera que pasó de abastecer el 25% del consumo total al 50%. De esta manera se redujo la dependencia del sistema de abastecimiento de la ciudad del Subsistema Chingaza, el cual pasó del proveer el 70% del total de agua potable al 45%. Otras medidas implementadas fueron: la aplicación de desincentivos tarifarios al consumo excesivo de agua por parte de los usuarios; la aplicación de sanciones al despilfarro de agua; campañas educativas para concientizar a la ciudadanía sobre la necesidad de ahorro del agua y un mayor control a las pérdidas de agua en el sistema.
Con la implementación de estas medidas se ha logrado disminuir la presión de demanda sobre el Sistema de Abastecimiento de la EAAB, de manera que, al 31 de enero de 2025, cuando la ciudad se encuentra en el ciclo 25 de racionamiento de agua, el Subsistema Chingaza se encuentra en un 43,01% de su capacidad, cifra superior al 32,35% en el que se encontraba al 31 de enero de 2024. No obstante, la meta para iniciar la temporada seca de enero de 2025 sin riesgos de racionamiento se había establecido en el 70%, con lo cual la crisis aún no se ha superado.
Gráfica 2. Comportamiento del Subsistema Chingaza, enero 2024 – febrero 2025.
Fuente: EAAB ESP. Gerencia Corporativa de Planeamiento y Control.
A partir del análisis de las cifras de la dinámica de llenado y vaciado de los embalses que conforman el sistema de abastecimiento de la EAAB ESP, y en particular del Subsistema Chingaza, es posible evidenciar que el cambio climático viene impactando cada vez más los procesos del ciclo de agua en la región, cruciales para poder garantizar la seguridad y sostenibilidad hídrica del Distrito Capital y de los municipios de su área de influencia.
ALTERNATIVAS PARA EL FORTALECIMIENTO DE LA SEGURIDAD HÍDRICA EN EL DISTRITO CAPITAL
La crisis del agua en la ciudad ha evidenciado que es necesario tomar medidas para fortalecer la sostenibilidad del sistema hídrico del cual depende el abastecimiento de agua potable para Bogotá y los municipios del área de influencia. Así mismo, es necesario hacer un uso más eficiente y responsable del recurso hídrico y fortalecer la capacidad de las infraestructuras de abastecimiento y transporte de agua potable existentes en la región.
En este sentido, son necesarias diferentes tipos de estrategias que permitan mejorar las condiciones de abastecimiento de agua en la región metropolitana, a la par que disminuir en mayor medida la presión sobre la demanda de agua potable. A continuación, se mencionan algunas de las medidas que pueden ser implementadas, algunas de las cuales ya se encuentran en curso:
Grafica 3. Alternativas para fortalecer la seguridad hídrica.
Restauración de páramos, ríos y humedales.
La Sabana de Bogotá, sus páramos, aguas, valles aledaños, cerros circundantes y sistemas montañosos son áreas de interés ecológico por su diversidad de ecosistemas y funciones ambientales clave, que incluyen su rol en la regulación del ciclo del agua como una esponja natural que absorbe y filtra el agua de lluvia y recargando los acuíferos subterráneos. Al actuar como reservorios de carbono, los páramos y bosques existentes en la región ayudan a mitigar el cambio climático.
Los ecosistemas estratégicos presentes en los páramos, juegan un papel muy importante en el ciclo hidrológico, a través de la captura y almacenamiento de agua, gracias a su vegetación densa y especializada la cual actúa como una esponja natural, capturando la humedad del aire y las precipitaciones provenientes de la Orinoquía y de la Amazonía, y contribuyendo a la recarga de acuíferos y la regulación de caudales en ríos y quebradas en la región. En este sentido, su manejo y protección son vitales para garantizar la sostenibilidad del recurso hídrico.
Ordenamiento alrededor del agua.
En el marco de los procesos de ordenamiento territorial de la región, es necesario proteger zonas de interés ambiental tales como páramos, humedales, bosques y cuencas hidrográficas, las cuales requieren políticas de actuación que les otorguen un estatus de protección especial y regulen las actividades permitidas dentro de ellas, contribuyendo a su conservación y sostenibilidad.
A la par de estas áreas protegidas en las cuales las actividades humanas se encuentran restringidas, la planificación del territorio apto para desarrollar actividades residenciales y socioeconómicas debe articularse con los flujos ecosistémicos mediante la incorporación de corredores verdes, parques de escala metropolitana, sistemas urbanos de drenaje sostenible y demás soluciones basadas en la naturaleza que se articulen a los elementos naturales presentes en los suelos urbanos y suburbanos, como son los ríos, quebradas y humedales.
Es necesaria la armonización de los lineamientos de ordenamiento territorial presentes en instrumentos a nivel regional, distrital y municipal, como los POMCA y los POT. La integración adecuada de las áreas protegidas y una planificación armonizada son esenciales para reducir la vulnerabilidad del territorio ante desastres naturales y garantizar un desarrollo territorial resiliente y sostenible.
Fortalecimiento de las infraestructuras de abastecimiento.
La capacidad de suministro de agua para Bogotá y los municipios de la región está condicionada a la disponibilidad del sistema de abastecimiento, en especial el perteneciente a la EAAB ESP, y a los proyectos de infraestructura que construya cada uno de los municipios, como son los tanques de compensación, estaciones de bombeo y redes de distribución.
Es necesario fortalecer la robustez del sistema, no solo a partir del diseño y construcción o incorporación de nuevas estructuras de almacenamiento de agua como los embalses, si no también incentivando la implementación de infraestructuras complementarias de almacenamiento, tanques de compensación y demás estructuras de control de caudal que permitan las oscilaciones de los caudales máximos horarios. La falta de este tipo de infraestructuras a lo largo del sistema dificulta el suministro de agua a través de las redes en horas de máximo consumo, ocasionando pérdidas de presión hidráulica y, por consiguiente, afectación en la calidad del suministro a los usuarios finales.
Optimización del sistema de abastecimiento.
A la par del diseño y ejecución de nuevos proyectos de fortalecimiento del sistema de abastecimiento de agua potable del Distrito Capital, la EAAB ESP ha venido implementando alternativas de gestión del recurso hídrico potable. Una medida que se ha implementado a partir de la crisis presentada en el año 2024, mencionada anteriormente, es el aumento del agua que aporta el llamado Subsistema Agregado Norte, que ha pasado de ser la fuente del 25% del consumo total al 50%, lo que ha alivianado la carga del Subsistema Chingaza, el cual ya no aporta el 70% sino el 45% del total del agua potable que satisface la demanda del Distrito Capital.
Con la ampliación de la capacidad de la planta de tratamiento de agua potable Tibitoc, la EAAB ESP pasó de tratar 4,5 metros cúbicos por segundo en enero de 2024 a 8,2 en septiembre del mismo año. Para aumentar aún más esta capacidad, el Distrito Capital requeriría una autorización por parte de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca CAR, para incrementar la captación de agua en el Subsistema Agregado Norte hasta 9,5-10,5 metros cúbicos por segundo. No obstante, este tipo de autorizaciones debe tomarse teniendo en consideración las necesidades de otros municipios de la región, razón por la cual este tipo de discusiones debe ser objeto de análisis en el marco de espacios como la Región Metropolitana Bogotá Cundinamarca.
Exploración de aguas subterráneas.
Una solución complementaria al abastecimiento de agua en la ciudad sería fortalecer la diversificación de sus fuentes de suministro, explorando alternativas como el recurso hídrico subterráneo. Bogotá cuenta con tres acuíferos subterráneos que se recargan de aguas provenientes de los Cerros Orientales: el somero, el cuaternario y el de la formación Guadalupe. Para el año 2024, existían 528 pozos perforados entre los 30 y los 500 metros de profundidad, en el acuífero cuaternario, y solo 64 contaban con concesión oficial para captación otorgada por parte de la Secretaría de Ambiente del Distrito Capital, las cuales estaban habilitadas para hacer uso de un máximo de 15.580 metros cúbicos de agua al día, aunque solo se utilizaban 6.200 metros cúbicos de agua al día, o sea el 40 por ciento de esa cantidad. De estas concesiones formales, 21 eran para uso industrial, 39 mixto (humano, doméstico y riego), 3 riego y 1 pecuario y riego.
Esta cantidad es reducida, menos del 1 por ciento de los 1,6 millones de metros cúbicos que consume Bogotá diariamente y que provienen de los sistemas de embalses de la EAAB ESP. Para saber si el uso de las aguas subterráneas podría representar una alternativa para aquellas actividades que no requieren agua que haya pasado por procesos de potabilización tendientes al consumo humano, es necesario avanzar en estudios sobre los acuíferos, para saber la cantidad y calidad de los mismos. Al respecto, la EAAB ESP está en diálogos con el Banco Mundial y con el Banco Interamericano de Desarrollo, para avanzar en los estudios que permitan dimensionar la capacidad de esta fuente de abastecimiento y las condiciones del agua de allí proveniente, con miras a su posible explotación regulada.
Incentivar la implementación de medidas de uso eficiente del agua.
El Decreto Distrital 582 de 2023 reglamentó las disposiciones de ecourbanismo y construcción sostenible del Plan de Ordenamiento Territorial del Bogotá, estableciendo tres tipos de incentivos tendientes a motivar el desarrollo y la incorporación medidas de construcción sostenible para las edificaciones. Estos incentivos (i) disminuyen el Porcentaje de las Condiciones de Mezcla de Usos en los Tratamientos de Desarrollo y Renovación Urbana, (ii) aumentan el área para estacionamientos en proyectos y /iii (disminuyen exigencias de aislamiento lateral en las edificaciones.
Entre los incentivos establecidos aún no se contemplan incrementos en el índice máximo de construcción (IC) permitido, así como tampoco se disminuyen las cargas y las obligaciones determinadas en cada uno de los tratamientos y/o áreas de actividad establecidas en el Plan de Ordenamiento Territorial. En este sentido, existen algunas alternativas que pueden ser analizadas para incentivar la implementación de medidas tendientes al uso eficiente de los recursos naturales en los proyectos.
Por su parte, el Decreto Distrital 334 de 2024 estableció, en su artículo 11, que las autoridades distritales podrán generar incentivos a los suscriptores y/o usuarios residenciales del servicio público de acueducto que durante dos periodos de facturación consecutivos disminuyan el uso del agua potable en un metro cúbico respecto de su consumo promedio del semestre inmediatamente anterior.
Desincentivar el consumo no eficiente.
En el mes de diciembre de 2024, la Comisión de Regulación de Agua Potable expidió la Resolución 1005, por medio de la cual se establecieron medidas relacionadas con el uso eficiente del agua y se tomaron medidas para hacer más estrictos los cobros por consumo excesivo de agua. La resolución establece dos desincentivos, el primero de ellos dirigido al consumo excesivo de agua potable por parte de los usuarios y/o suscriptores y el segundo, dirigido a las pérdidas de agua por parte de los prestadores del servicio público domiciliario de acueducto.
Para el caso del desincentivo a la demanda, el documento establece valores adicionales por cada metro cúbico de agua que supere un consumo objetivo definido por el ente regulador el cual, para el caso de la ciudad de Bogotá, se estableció en 13 metros cúbicos/suscriptor/mes. Por su parte, para el caso del desincentivo a las pérdidas, la resolución establece unos porcentajes de descuento en la Tasa de capital de trabajo del Costo Medio de Operación, en función del cumplimiento de metas de reducción de pérdidas al año tarifario.
Uso de aguas lluvias y regeneración de aguas residuales.
Bogotá es una ciudad altoandina de clima frío con una temperatura media de 13.5°C. No obstante, en las horas más cálidas de la época seca la temperatura puede superar los 20°C, a la vez que, en esta misma época, debido a la reducción del efecto invernadero por la ausencia de nubes, se presentan heladas (temperatura por debajo de 0°C), sobretodo en su zona rural. Con respecto las precipitaciones, la ciudad posee un régimen bimodal de lluvias, con precipitaciones anuales promedio de 866 mm.
Grafica 4. Temperaturas y precipitaciones medias en el Distrito Capital.
Fuente: Meteoblue
https://www.meteoblue.com/es/tiempo/historyclimate/climatemodelled/bogot%C3%A1_colombia_3688689
Al analizar la serie histórica de precipitaciones en la ciudad de Bogotá de 2014 a 2024, se observan diferentes picos de lluvias, los cuales se han venido sucediendo de forma más seguida en los últimos años, evidenciando una tendencia al aumento de las lluvias en el Distrito Capital.
Grafica 5. Volumen anual de precipitación de aguas lluvias en el Distrito Capital 2014-2024.
Fuente: Observatorio Ambiental de Bogotá.
https://oab.ambientebogota.gov.co/precipitacion-mensual/
La Evaluación de Riesgos Climáticos del Distrito Capital, instrumento que identifica y evalúa los riesgos actuales y futuros que se pueden presentar en Bogotá en los próximos años, indica que las temperaturas extremas y la variación en las precipitaciones o lluvias son algunas de las consecuencias que se pueden experimentar durante las próximas dos décadas en la ciudad. Los resultados de la ERC indican que es muy probable que, para 2040, la temperatura media de la ciudad aumente en el área urbana en 0,65 °C y en la zona rural en 0,25 °C. En relación con el régimen de lluvias, las modelaciones llevadas a cabo indican que en el occidente de la ciudad llovería un 35 % más, y en los Cerros Orientales y Sumapaz, un 15 % menos.
Por su parte, el Análisis de Vulnerabilidad y Riesgo por Cambio Climático en Colombia, llevado a cabo por parte del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales IDEAM indica que, en un escenario de largo plazo 2071-2100, el territorio de la Sabana de Bogotá tendría aumentos considerables en los porcentajes de precipitación, en tanto que las áreas cercanas a la Orinoquía tendrían disminuciones en su volumen de lluvias.
Mapa 2. Proyección del cambio en el porcentaje de lluvias. Escenario 2071-2100.
Fuente: Análisis de Vulnerabilidad y Riesgo por Cambio Climático en Colombia. IDEAM, 2017.