La etapa de llanura
En un mundo sumido en una pandemia y con estrictas medidas de aislamiento, la Secretaría Distrital del Hábitat se embarcó en un desafío sin precedentes: la Senda de la Integridad. Esta senda era un camino hacia la mejora de la gestión pública, y su primera etapa se asemejaba a una carrera de ciclismo en llanura, aparentemente sencilla pero llena de particularidades.
Efectivamente señor Habitoso. La primera etapa de esta Senda se desarrolló en medio de una sociedad que anhelaba transparencia y honestidad en la gestión gubernamental como lo había prometido la alcladesa en los tiempos de campaña. Los funcionarios de la Secretaría nos econtramos con retos inesperados, como mantener la comunicación efectiva en tiempos de confinamiento y garantizar que los procesos administrativos siguieran siendo transparentes, a pesar de la distancia física.
Para el caso de la Senda de Integridad la etapa nos puso en el papel de ciclistas intrépidos que pedaleaban con determinación en esta llanura inusual. La clave para lograr lo que buscabamos, en este caso una excelente participación en los retos, estuvo en la adaptabilidad y la innovación. A medida que avanzabamos, exploramos nuevas formas de mantener abiertos los canales de participación ciudadana y la de nuestros mismos trabajadores para cumplir con los retos, aprovechando las herramientas tecnológicas y las redes sociales.
Las reuniones virtuales se convirtieron en el nuevo escenario donde las ideas fluían y las soluciones se encontraban en un mundo digital. A pesar de los desafíos, la senda de integridad avanzaba a un ritmo constante y el compromiso de la Secretaría con la transparencia se hacía más fuerte cada día.
Recuerdo bien algunos de los retos de ese año 2020: como por ejemplo qué tanto sabíamos del Manual Unico de Rendición de Cuentas, participar en un curso de integridad incluido el nivel directivo, sistematizar y ayudar a calificar buenas prácticas. Todo fue un aprendizaje constante. Le pregunto a mis invitados ¿cómo les fue con esos retos?
Bueno, yo puedo comenzar. En nuestro caso, en el equipo de la Secretaría del Hábitat, nos fue muy bien con los retos del 2020. Aquí vale la pena resaltar que el primer reto de la Senda fue el más difícil: primero por la novedad, luego desarrollarlo en medio de la pandemia y tercero porque encontramos una entidad que no contaba con mucha experiencia en acciones de rendición de cuentas y por lo tanto para la mayoría no era un asunto muy familiar ni atractivo. Para lograrlo decidimos replicar el esquema Distrital del concurso de la Senda al interior de la entidad. Establecimos el tamaño de las áreas según la cantidad de personas que trabajaban en cada una y de esa manera definimos requisitos y puntajes y eso llamó la atención, pues apelamos a algo muy humano como lo es la sana competencia y bueno los resultados nos dicen que acertamos apoyados por acciones de orientación sobre los contenidos del Manual de Rendición de Cuentas.
Totalmente de acuerdo, Juan. Fue un año de mucho trabajo, pero valió la pena. Además, quiero mencionar que el cuerpo directivo se vinculó activamente al reto con la participación en el curso de integridad que realizaron junto al grupo de gestores de integridad. Pues desde el primer momento, todo el equipo directivo de la Secretaría del Hábitat se comprometió con este proceso de la Senda. Fue liderado en la entidad por la subdirección de Programas y Proyectos, que es el área que cumple las funciones de Oficina de Planeación y que contó con el apoyo de un equipo de profesionales que nos ayudaron a fortalecer la participación de la Secretaría en estos escenarios y a construir una gestión íntegra en la entidad.
¡Eso suena genial, Sofia ¿Y cómo fue la participación en el curso de integridad para el equipo directivo
Fue una experiencia novedosa para nosotros, Habitoso. Normalmente, este tipo de cursos solían ser realizados solo por los integrantes del grupo de gestores, pero se asumió el reto y participaron activamente. Al finalizar el año, estábamos en el segundo puesto a nivel distrital. Gracias a los conocimientos adquiridos, pudimos formular y ejecutar una Estrategia de Rendición de Cuentas sólida; y nuestro grupo de gestores de integridad, aunque pequeño, estaba mucho más fortalecido.
Sin duda. Aprendimos a adaptarnos y a colaborar de manera más efectiva en un entorno virtual, lo que también fue un aprendizaje importante. Y creo que, a pesar de todos los desafíos, hemos logrado un gran progreso en la implementación de estos retos.
Exacto, Juan. La pandemia nos hizo más fuertes y más resilientes. Aunque no fue fácil, hemos demostrado que podemos enfrentar cualquier desafío que se nos presente.
