La revitalización urbana como un motor de transformación económica y social para Bogotá

Bogotá enfrenta grandes desafíos en un contexto de vulnerabilidad climática y económica global sin precedentes. La urbanización acelerada ha presionado los servicios ecosistémicos y el recurso hídrico, mientras que la desaceleración económica, la inflación y el aumento de tasas de interés han impactado la oferta de empleo y la capacidad de ingreso de los hogares.

En ese sentido, el objetivo de la actual administración distrital es claro: lograr transformar a Bogotá en un territorio más amigable en el que se disfrute más vivir y pasar el tiempo. Por eso, para lograrlo, es importante adoptar un enfoque multidimensional de las diferentes políticas públicas relacionadas con el hábitat de manera integral y de la mano de la ciudadanía.

Revitalización urbana y vivienda social: camino hacia el bienestar

La Secretaría Distrital del Hábitat (SDHT) ha tomado como bandera adoptar en la ciudad un enfoque integral de intervención, soportado en la revitalización urbana, entendiendo esta como las acciones tomadas para mejorar el ecosistema urbano logrando una mejor integración entre los ciudadanos y su entorno, y la vivienda como vehículos de transformación. Este enfoque ha dado a la entidad un papel de liderazgo en los diferentes procesos urbanísticos, frente a la prevención y mitigación del cambio climático y en búsqueda de un desarrollo que logre integrar las necesidades público-privadas en torno a la vivienda y los espacios que la rodean para el disfrute ciudadano.

Estos factores significan un gran reto para Bogotá, porque, además de las presiones que significan la crisis climática y el abastecimiento de agua, la ciudad debe garantizar que todos los nuevos habitantes que llegan a ella tengan un hogar digno donde vivir y que este hogar no solamente represente un techo, sino todo un ecosistema urbano que permita a esos nuevos habitantes mejorar significativamente su calidad de vida mientras se disminuyen índices como la desigualdad o a favor de la superación de la pobreza.

La vivienda como vehículo de inclusión

Actualmente, el 11 % del total de hogares en Bogotá presentan déficit habitacional y 283 mil personas sufren una situación de pobreza multidimensional. En respuesta a esto, la Secretaría del Hábitat ha desarrollado diferentes programas en el marco del Plan vivienda ‘Mi Casa en Bogotá’, como ‘Oferta Preferente’, ‘Reactiva tu Compra’, ‘Reduce tu Cuota’, ‘Mejora tu Casa’ y ‘Ahorro para mi Casa’, los cuales buscan generar 75 mil soluciones para Viviendas de Interés Social (VIS) y Viviendas de Interés Prioritario (VIP) entre 2024 y 2027.

Estos programas, además de buscar acercar el mercado de la demanda y la oferta existente, pretenden que las personas orienten su localización también a las características físicas y económicas del entorno y de las interacciones con las personas que los habitan.

Adicionalmente, y teniendo en cuenta la escasez de suelo vacante habilitado para vivienda -que adicionalmente ha llevado a la especulación en los precios de este y al desplazamiento de los más vulnerables a zonas periféricas de la ciudad y sus alrededores-, la entidad ha trabajado como alternativas a esta realidad el explorar el potencial del reúso de edificaciones y también, avanzar en el cierre de procesos de gestión de suelo para 120 hectáreas; además de habilitar otras 90 hectáreas adicionales hasta 2027.

La Secretaría del Hábitat ha escogido espacios urbanos a revitalizar basados en las oportunidades que representa su localización y estado actual. Estos espacios permitirán ofrecer viviendas para una nueva ciudadanía, gestionando cambios en la estructura pública, la proximidad y la mezcla de usos.

Relación vivienda-ciudad-ruralidad

La entidad propone liderar un diálogo amplio con el sector privado, academia y ciudadanía para reflexionar sobre cómo alcanzar una ciudad inclusiva donde todos quepamos. ¿Conocemos los costos (sociales, ambientales y económicos) que nos representa como sociedad localizar a los más vulnerables en periferia? Es por esto que le apostamos al aumento del porcentaje de subsidios VIS considerando criterios de 'revitalización', lo que optimizará la estructura de gasto de los hogares (especialmente a los de más bajos ingresos) y que a futuro las familias capturaren el plusvalor de un suelo bien ubicado y que se desarrollen personalmente por la proximidad de los servicios urbanos que más les interesan. Con respecto a los vínculos urbanos rurales, el propósito es aportar al cierre de brechas, ya que hoy más del 20 % de hogares en suelo rural precisan cobertura de servicios públicos domiciliarios.

La estructura de lo público y la continuidad de los flujos

La revitalización permitirá reconstruir los tejidos a partir de la restauración de los flujos ecosistémicos y el desarrollo de infraestructura pública, replanteando la relación espacial con los servicios sociales y el empleo próximo. La efectividad de un proceso de 'revitalización' se basa en la capacidad de alcanzar consensos y coordinar esfuerzos intersectoriales. La Secretaría del Hábitat colabora con distintas entidades de gobierno para establecer instancias de gestión, decisión y seguimiento en los proyectos de revitalización de la ciudad. Adicionalmente contratará obras públicas que complementen las obras propuestas por las demás entidades públicas y acompañará, acercándose a la figura de agente urbanizador, para facilitar los trámites también del desarrollo predio a predio que se pueda dar en estas zonas.

Un ejemplo de ello es que actualmente se impulsa la estrategia ‘Revitaliza tu barrio’, que estima impactar a 256 barrios y beneficiar a un millón de habitantes para 2027. La entidad busca además articular a todo el sector hábitat, integrando la vivienda, los servicios públicos y colaborando con otros sectores para gestionar las condiciones que permitan una revitalización efectiva.

A través de un enfoque integral de la revitalización urbana y la vivienda, se busca contribuir a la reducción de vulnerabilidades mientras se genera bienestar y desarrollo. Este proceso de tránsito gozará de legitimidad y permanencia si se construye desde la escala barrial, con una gerencia pública eficiente y participativa.