Muy temprano en la mañana en algún lugar de Bogotá, un técnico de monitoreo de la Secretaría Distrital del Hábitat - SDHT está ajustando los últimos requisitos para iniciar una nueva jornada. Su misión de hoy es el polígono de Santa Cecilia, ubicado en la localidad de Usaquén.
Con los primeros rayos del sol, Adolfo (nombre ficticio) hace presencia en la sede de la Secretaría Distrital del Hábitat listo para iniciar el traslado hacia la localidad de Usaquén, sitio donde podrá recorrer varios de los polígonos que están en esta zona de la capital colombiana.
Aunque Adolfo ya lleva varios años realizando esta labor de manera dedicada, sabe que desde el año 2004 la SDHT realiza la vigilancia de los polígonos en toda la capital del país, solo con el propósito de mantenerse alerta ante las continuas amenazas a la vida de la ciudadanía que habita estas zonas de alto riesgo.
Se conoce como polígono de monitoreo debido a sus características y sus niveles de riesgo a los terrenos que:
- Zona de alta incidencia de remoción en masa
- Alto nivel de riesgo para la vida humana
- Ubicados en zonas protegidas o reservas forestales
- Terrenos de carácter privado o público
- Zonas de reserva vial o de expansión urbana
En los protocolos de vigilancia que lleva a cabo la SDHT existen dos clasificaciones de los polígonos de monitoreo, a saber:
- Polígono de Prevención: Son las zonas de la ciudad de monitoreo cada mes por estar ocupadas de manera ilegal con baja afectación ambiental o amenazas, en general presentan baja taza de presencia de ciudadanía para asentamiento permanente.
- Polígono de Control: Son los que son monitoreados cada 15 días o más si las condiciones lo requieren. Están ocupados de manera permanente y poseen alta taza de presencia de ciudadanía, así como altas posibilidades de generarse nuevos asentamientos o con asentamientos nuevo en proceso, estas son las zonas con mayor riesgo de remoción en masa y por consiguiente mayor peligro para la vida humana por estar en zona de riesgo no mitigable.
Uno de los objetivos de la visita de Alberto a este polígono de monitoreo es cerciorarse de que el nivel de riesgo para las familias no esté en aumento, además reafirma la presencia institucional que permite verificar la existencia o consolidación de ocupaciones o indicio es de estas, así como llevar un registro gráfico para consolidar el informe técnico que sirve de insumo para las Alcaldías Locales en sus procesos de control urbano.
Con esta información recopilada se mantienen activos los protocolos de alarma para los organismos de seguridad y alertas a las entidades competentes en el caso de que se registren fenómenos de riesgo o amenaza a la estructura ecológica principal, para poder prestar asistencia oportuna a los hogares en caso de ser necesario.
La labor de los técnicos de monitoreo es continua, dedicada y enfocada en velar por el bienestar de las colombianas y colombianos que exponen su vida viviendo en estas zonas de riesgo. A pesar de su servicio desinteresado por Bogotá, en los últimos años varios de los técnicos han sido amenazados e intimidados por algunos ciudadanos que ocupan estos polígonos de origen informal, sin embargo, seguimos trabajando para hacer de Bogotá el Mejor Hogar.
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