Yessica Jaramillo inició en la Secretaría Distrital del Hábitat vinculada a una empresa de servicios de aseo y cafetería y hoy sigue laborando con la entidad, pero ahora como auxiliar de Gestión Documental con Archivos del Estado. ¡Esta es su historia de superación!
Si se pudiera elegir un lema que englobara lo recorrido en la vida, Yessica Jaramillo coincidiría con John W. Gardner cuando aseguraba, en los años 60, que “la vida es el arte de dibujar sin borrar”. Contextos y tiempos diferentes, pero a esta rubia de ojos claros, que un día trabajó en Servicios Generales y hoy es auxiliar de Gestión Documental, le calza perfecto.
Tiene 25 años, es mamá de dos gemelas, Abi Sofía y Aidé Camila, y tiene un arraigo tan poderoso a lo que le ha pasado, que le hace tener la confianza de que todo lo que le sucede, sea bueno o malo, es para construir un camino cada vez más firme.
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Hace 4 años la vida la ajustó, y aunque ya contaba con un técnico en Asistencia Administrativa y experiencia en Call Center, no vio más opción que vincularse a una empresa de servicios de aseo y cafetería, que la ubicó rápidamente en la Secretaría Distrital del Hábitat. Ahí llegó y se quedó.
Recuerda con cariño que arrancó en el piso 10 atendiendo las reuniones que se daban ocasionalmente; sirviendo tintos, aseando baños, controlando los nervios y apaciguando las expectativas.
“Nunca pensé terminar haciendo ese trabajo, yo estaba estudiando idiomas y decía que solo trabajaría en lo mío, pero la realidad era diferente. Tenía ya mis dos bebés y debía velar por ellas, así que solo me quedaba afrontarlo. Fue algo bonito, ahora agradezco mucho esa oportunidad”, cuenta Yessica.
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Hoy afirma que no es una labor para desmeritar, al contrario, hace énfasis en lo dura y valiosa que es; y gracias a la estabilidad que vino con el tiempo, logró, al año y medio, seguir sus estudios en formación tecnológica de Gestión Administrativa.
Luego la rotaron a otros pisos, se hizo conocer por su amabilidad y gracia con la que siempre suele saludar y se quedó fija dos años. Pero, ese ‘bichito’ que la ha acompañado toda su vida de seguir avanzado, sumado a las ganas que le daban sus compañeras de trabajo de ese entonces, la llevaron a buscar otra oportunidad. Esta vez, con un hombre carismático que hoy se desempeña como Subsecretario de Gestión Corporativa de la Entidad.
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“Dejé la pena a un lado y le expuse mi caso al doctor Nelson, le recomendé si sabía de algo en áreas administrativas, le aseguré que mi mayor cualidad es aprender rápido y que mi mayor meta es seguirme capacitando para darle un mejor futuro a mis hijas”.
Fue así como la persistencia la encontró ya sin su uniforme, el 22 de noviembre de 2021, para desempeñar el cargo de auxiliar de Gestión Documental con Archivos del Estado, un tercero de la Secretaría del Hábitat que se encarga de esta labor, que para Yessica es muy importante, pues se trata de tener ordenada la memoria histórica de la entidad, para que se puedan encontrar los procesos de manera más fácil y rápida ¡tremenda responsabilidad!
La fórmula necesaria
Su actual empleo también le ha permitido distribuir mejor su tiempo entre las clases que tiene los sábados, domingos y festivos, las tareas de sus hijas, las de ella y los quehaceres de su casa, pues, aunque muchas veces debe trasnochar, asegura que se siente recompensada. La resiliencia es también una de sus virtudes, algo que puso a prueba desde su embarazo.
“Cuando tenía 19 años había renunciado a un trabajo porque me había salido otro mejor, pero haciendo el proceso de los papeles del contrato me enteré de que estaba en embarazo, entonces inmediatamente me quedé también sin esa oportunidad laboral sin haberla iniciado. Tiempo después me enteré de que no esperaba una bebé, sino dos. Salir adelante fue duro, pero se hace lo que se puede”.
Está convencida de que las cosas con amor salen mejor, algo que le aprendió a una de las personas que más admira: su papá. Don José Jaramillo, tiene 52 años y lleva cerca de 10 manejando un bicitaxi que lo ayuda, junto con su hija, a solventar los gastos en el hogar.
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Además de ser el cuidador de sus dos pequeñas, es quien la apoya en todas las etapas de su vida, hasta en las más oscuras. Yessica siente que le debe todo, eso es obvio cuando habla de él. No puede evitar hacer una pausa y los ojos se le llenan de lágrimas; así como cuando hablamos de quien amamos y quedamos sin aliento. Un agradecimiento infinito siente ella por él.
“Mi papi es todo, es mi timón, es lo mejor que hay en el mundo, ha sido mi apoyo incondicional. Lo mejor que tengo en la vida es mi papá”, suspira.
“Atrás asustan”
Se define como una romántica, haciendo hincapié en su gusto por leer a Walter Riso y a Paulo Coelho, dice que también algo de ellos la han salvado. La hace feliz estar con los que más quiere, su familia, así como sentirse tranquila.
Su meta cercana es terminar su carrera tecnológica y poder ejercer lo que está estudiando, aunque no descarta ingresar a la universidad y hacer la carrera profesional: “construir mi hogar, tener mi casa propia y darles estabilidad a mis bebés y a mi papá”. Asegura que la Secretaría del Hábitat ha sido su centro de oportunidades, un lugar en el que ha aprendido, ha crecido, ha conocido gente valiosa.
“El mensaje que les doy a las mujeres es que nunca es tarde para capacitarse, adquirir conocimiento y compartirlo con otras personas. Me encantaría que todas mis amigas y conocidas vieran en el estudio una gran opción para avanzar y tener estabilidad”, puntualiza.
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