La Secretaría Distrital del Hábitat entrega para comentarios estudio que analiza las dificultades de acceso a los mecanismos de financiación para la adquisición de vivienda.
El trabajo que, identifica la demanda de vivienda en Bogotá, junto con la oferta, revela el comportamiento de los instrumentos y programas vigentes en la ciudad para adquirir vivienda.
Según las cifras oficiales reportadas en 2020, Bogotá registraba déficit cualitativo y cuantitativo de vivienda.
Los hogares urbanos corresponden a 2,5 millones. De estos los hogares en déficit cualitativo alcanzan 254.498 (10,14 %), mientras que los que presentan déficit cuantitativo son 96.529 (3,85 %).
Las principales carencias urbanas identificadas son la cohabitación que afecta a 79.526 hogares y el hacinamiento no mitigable que golpea a 10.672 hogares. En el sector rural la cohabitación y el hacinamiento es hasta 2,2 veces mayor que la registrada en la cabecera municipal.
El acceso al alcantarillado, recolección de basura, agua apta para cocinar y espacios adecuados para la cocina hacen parte de las dificultades identificadas.
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En Bogotá, según la Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) del año 2020 realizada por el DANE, 1.767.710 hogares viven en arriendo, subarriendo o usufructo y 987.998 son propietarios donde la vivienda está cancelada o en proceso de pago.
Para el análisis de acceso, los hogares fueron clasificados en dos categorías: hogares formales y hogares informales; de acuerdo con la evaluación de riesgo que hacen las instituciones financieras para la asignación de productos para la adquisición de vivienda.
Los hogares formales son aquellos conformados por personas asalariadas, pensionados o por independientes, trabajadores por cuenta propia, patrones o empleadores que cotizan a pensión.
Se considera un hogar informal, el integrado por trabajadores por cuenta propia, patrón o empleador que no cotizan a pensión y por personas que desarrollan actividades sin remuneración.
El estudio estima que existen 963.588 (64,3 %) de hogares cuyos ingresos son formales y 534.969 (35,7 %) cuyos ingresos son informales.
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Según el análisis, se observa que el grupo de hogares con ingresos mayores a un salario mínimo, que no alcanzó el cierre financiero para adquirir una vivienda de interés prioritario, tampoco lo logrará en caso de cambiar las condiciones de plazo de pago a 20, 25 o 30 años. Sin embargo, el grupo alcanza el cierre financiero si el límite de endeudamiento es del 40 % y el plazo aumenta a 30 años.
La investigación concluye que “dada la complejidad de los obstáculos que impiden mayor acceso al financiamiento de vivienda y, en especial, al mercado de crédito hipotecario para las familias de bajos recursos y aquellos cuyos ingresos provienen de la informalidad, es necesario focalizar las intervenciones en estas poblaciones por medio de soluciones a las restricciones crediticias que enfrentan estos hogares”.
Consulta
El documento completo para comentarios está disponible en el Observatorio de Hábitat del Distrito Capital https://www.habitatbogota.gov.co.
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