Con este proyecto la entidad busca estimular el cuidado ambiental y el reciclaje, así como la percepción de los residuos desde una temprana edad.
El Centro de Memoria y Reconciliación fue el lugar donde cerca de 43 niños y niñas de 9 a 14 años, que viven en el proyecto La Colmena de la localidad de San Cristóbal, participaron de los diferentes talleres y capacitaciones sobre manejo de residuos y cultura ambiental.
‘Reciclando cuido a mi planeta’ es un proyecto que hace parte del programa de Infancia & Hábitat que adelanta la entidad, a través del cual se busca transformar hábitos y comportamientos de la ciudadanía, que puedan disminuir el impacto ambiental, aumentar el aprovechamiento de residuos, así como cambiar la percepción de cómo consumimos, generamos y disponemos de estos.
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Además, tiene como fin atender a la población vulnerable de algunos microterritorios de Bogotá, los cuales agrupan diferentes proyectos de Vivienda de Interés Social (VIS) y de Interés Prioritario (VIP) en los que residen hogares que han sido beneficiados con subsidios de vivienda de la Secretaría del Hábitat. De igual manera, se realizará con las comunidades recicladoras y los hijos e hijas de mujeres beneficiadas con el programa “Mi Ahorro, Mi Hogar”.
“En la Bogotá que estamos construyendo, generar estos espacios es prestar una atención integral a las familias, donde la entrega de dichas viviendas es solo el primer paso hacia una habitabilidad inclusiva, sostenible y, sobre todo, con calidad de vida, haciendo un énfasis espacial en la atención a la infancia, quienes son la base de cada hogar y los más propicios para llevar el mensaje del proyecto a sus familias”, señaló Nadya Rangel, secretaria del Hábitat.
Luego de cerrar con éxito el primer piloto en la localidad de Bosa, durante esta segunda jornada, los niños y niñas asistieron a un taller sobre el manejo responsable del agua y luego participaron de una actividad didáctica en el marco del lanzamiento del ‘Gran libro del agua’.
El programa cuenta también con el apoyo del sector privado, gracias a la construcción de las alianzas que adelanta subdirección de Recursos Privados de la Secretaría del Hábitat, para garantizar la sostenibilidad de este y que sea replicable con la infancia de las diferentes localidades de la ciudad.
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“El legado más importante será el mensaje aprendido por los niños y niñas sobre la protección del ambiente, a través de la creación, la práctica de buenos hábitos de vida y la concientización de la separación de residuos, el reciclaje, el reúso y el valor que tienen en la economía circular”, concluyó Rangel.
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