¿Qué quieren transmitir a través de este mural?
“Nosotros siempre estamos jugando con la realidad y la ficción, porque el graffiti siempre está ocupando la calle como un parlante que siempre está abierto. El otro parlante es la televisión que siempre muestra la violencia y lo malo, sin embargo, cuando nosotros pintamos en la calle, tratamos de comunicar cosas que son realidad y a veces también libera un poco a las personas, llevándolos al mundo de los sueños y a olvidar un poco lo negativo que pasa en la sociedad”.
¿Crees que el arte puede transformar entornos?
“Más que el arte es la cultura. Cuando un barrio tiene cultura y educación, las personas pueden quitarse el velo y ver la realidad. Los barrios que tienen museos o galerías al aire libre permiten que sus habitantes puedan ver el mundo desde otro punto de vista, les abre la mente y sus horizontes, y además salen de su cotidianidad”.
¿Qué los motivó para venir a Colombia?
“Me ha llamado la atención los procesos sociales que se han llevado a cabo en Colombia, tienen que ver mucho con la cultura. Las intervenciones que se han realizado en los barrios periféricos y ver cómo está el estado de este proceso, además de compartir un poco de arte urbano en esta zona y dejar una huella”.
¿Te gustaría regresar en otra oportunidad a Colombia?
“Sí, me encantaría volver a Colombia, para poder participar de este tipo de proyectos y de alguna manera ver el impacto que tiene nuestro trabajo en la comunidad”.
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